Creo en ti.
Creo en tu aroma.
Porque al respirarte me arropas…
Porque al respirarte…
¿sabes?…vuelvo a nacer.
Respirarte mientras observo
nuestras caricias,
bajo la luz de un faro eterno.
Nacer al paso
de nuestra risa en una plaza
de nobles piedras.
Creo en ti.
Creo en tu piel.
Porque al beberte me abrazas…
Porque al beberte…
¿sabes?…vuelvo a nacer.
Beberte en la orilla nocturna,
regalando al mar
el rocío de nuestros besos.
Nacer contigo
entre tambores, lazarillos,
y celestinas.
Creo en ti.
Porque por fin puedo gritar…
…y te grito…
¡Te quiero!