EL ASTRONAUTA REBELDE
Sentado en un cráter. Lleva cinco días recogiendo muestras, y muchos más comiendo barritas. Las vistas están bien pero para un rato.
De repente tiene una idea genial. Apaga la radio, y sube al vehículo de exploración. Destino, el territorio prohibido.
En la cara oculta de la luna, unas luces brillantes. Increíble, parece un bar. Efectivamente. Una multitud de criaturas verdes bailando.
Ambientazo. Se quita el casco y los guantes. Y mientras bebe un cóctel humeante y fuma un cigarro azul, vuelve a sonreír…