Despertar de ti no quiero…
Despertar… despertar de ti no quiero…
Doce horas dura el día,
doce horas dura el sueño
de caminar un cielo,
azul como el zafiro
que pulen tus pupilas,
claro como el manantial
que fluye de tus labios,
ese que sacia la sed
de vida y de amor,
de una vida soñada…
de un amor soñado…
Doce horas dura el día,
doce horas dura el sueño
de vivir nuestro amor…
Y despertar… despertar de ti no quiero…
Doce horas duerme la luz,
doce horas duerme el sueño
de bucear entre estrellas,
brillantes como el rubí
que esculpe tu mirada,
ardientes como el fénix
que surge de tu boca,
ese que calma el hambre
de vida y de amor,
de una vida soñada…
de un amor soñado…
Doce horas duerme la luz,
doce horas duerme el sueño
de vivir nuestro amor…
Y despertar… despertar de ti no quiero…
Doce horas dura el día,
doce horas duerme la luz,
veinticuatro horas sueño
una vida de amor…
Y despertar… despertar de ti no quiero…
B.