LA CICATRIZ
Un gran árbol. Una sabia y gruesa corteza con una cicatriz de epitafio. Cuelgo mi sombrero de tres picos en una rama, y acaricio la cicatriz.
Un nombre, un corazón, y un borrón informe.
Un nombre, el mío. Un corazón, desengañado y rendido. Un borrón, baúl de recuerdos que son nombres de mujeres olvidados al atardecer.
Nombres olvidados que son lápida del tuyo. El primero que grabé con la afilada hoja de mi mirada. Y el último que grabé a la luz del sol…