LA LUNA Y SU SILUETA
La luna rogándole dulcemente… De repente, se abren con violencia los párpados del oscuro gato, al intuir algo fantástico: sobre la blanca pared de la luna, esculpida está la graciosa silueta de ELLA. Pelo erizado, músculos en tensión. Aliento entrecortado, ojos en blanco. Un interminable salto al vacío. Un salto hacia la silueta lunática. Un salto hacia la eternidad. La luna llorándole amargamente…