PERFUME DE AZUCENAS
La noche anterior. Baile de máscaras en el palacio de la condesa azul. Dorian paseaba con orgullo la mejor de sus sonrisas. Como siempre. Pero unos ojos azules le abrazaron. Y se rindió. Como nunca. Ante un beso empapado en perfume de azucenas.
Ahora. Muchos metros bajo tierra. Sudor frío. Como su espejo. Huesos calientes a su alrededor. En su boca, sabor a sangre. Y ese maldito perfume de azucenas…