UN SECRETO INCONFESABLE
Un susurro acuchilla el silencio. Cada noche a la misma hora. Hilvanando recuerdos…
Recuerdos de una mujer que brotan de unos viejos labios.
En la celda contigua, la tinta baña el blanco del papel. Hilvanando palabras…
Palabras que desenmascaran una historia de amor trágica.
Cuando el susurro muere de nuevo en el voto de silencio, en la celda contigua el joven monje deja de escribir.
Y comienza a rezar. Reza por el viejo monje, su padre, y por sí mismo.