Amada amiga mía:
Ayer no era un día soleado. Ayer estaba nublado… Créeme. No me acostumbro a tu ausencia.
Pero hoy el amanecer
me ha sonreído con tus ojos. Hoy el rey sol se ha postrado suplicante en los bulevares de la Castellana, y apartará
cualquier nube que le pueda privar de tu contemplación. Hoy siento celos de cada uno de sus rayos que se deleita acariciando
tu sedosa piel. Pero hoy también te he visto yo. Y te he contemplado. Y de nuevo la ilusión se presta a fumar conmigo un
cigarro, y de nuevo la vida me da la bienvenida frente a su portal. Mírame, y saltaré contigo al vacío de los sueños.
Mírame,
y desplegaré las doradas alas de la esperanza. Mírame, y te daré las gracias… Las gracias por ser tú…
Con un beso, y una sincera reverencia,
Dandy Recaudador